13 diciembre, 2005

Características Sexuales de los Signos (Parte I)



Los signos del zodíaco se clasifican en dos grandes áreas. Una que depende del elemento al que pertenece su esencia y aquí encontramos a los signos de fuego (Aries, Leo y Sagitario) a los de agua (Cáncer, Escorpio y Piscis), de aire (Géminis, Libra y Acuario) y de tierra (Tauro, Virgo y Capricornio). La segunda es la manera en que canalizan la energía y encontramos a los signos cardinales (Aries, Libra, Cáncer y Capricornio) son los que inician una relación, “encabezan el desfile”; tienen la urgencia de tomar la delantera y dar forma a las cosas. Son iniciadores y actúan de acuerdo a sus fines y objetivos. Los signos fijos (Tauro, Leo, Escorpio y Acuario) tienen el deseo de construir sobre lo que ya existe y de organizarlo más eficientemente manteniendo el status quo, “mantienen el camino a seguir del desfile” Luego están los mutables (Géminis, Virgo, Sagitario y Piscis) que tienden a buscar el cambio y la renovación, pueden reemplazar fácilmente una cosa por otra y alinear sus acciones con procesos de desarrollo, son los que “se intercambian en el desfile”.
Una carta astrológica se divide en diferentes esferas de experiencia vital llamadas casas. Muchas de las casas están específicamente relacionadas con la sexualidad. A veces, las casas incluyen dos signos o incluso tres. Si dudas sobre qué camino tomar, quizás te encuentres bajo una influencia dual que te arrastra hacia dos direcciones simultáneamente. Si conoces tu carta astral, podrás identificar rápidamente los planetas situados en las casa con orientación sexual. Te proporcionarán información valiosa sobre la manera de enfocar tu vida amorosa.
La quinta casa es la casa de las relaciones amorosas. Si el Sol o Venus se encuentran en tu quinta casa, disfrutarás de las aventuras y del flirteo. Saturno, frío y serio, no ve bien dichas indiscreciones y aporta seriedad y estabilidad aún en relaciones ya terminadas. Si Saturno rompe un compromiso como el matrimonio, será por una relación extramatrimonial duradera y no por una aventura breve.
La séptima casa es la de la pareja y el matrimonio. El signo de esta casa y todos los planetas situados en ella describen a la pareja que buscas y tu forma de entender el matrimonio. Si tu casa del matrimonio está habitada por uno de los signos fieles, como Capricornio, te tomarás el matrimonio en serio, aunque a tu signo le guste el flirteo y la seducción.
Si está habitada por un signo que no puede resistirse al juego de seducción, como Géminis, te tomarás las relaciones más a la ligera de lo que en un principio sugiere tu signo. Muchas personas se casan con alguien cuyo signo se adapte a su séptima casa. Por ejemplo, un Aries en la séptima casa (o Marte que es su regente) te sentirás atraído por una pareja Aries; un Libra en la séptima casa buscará a un esposo Libra o Venus. En esta casa, Neptuno acaricia ilusiones (o espejismos) románticos, mientras que la Luna en la séptima casa posee profundos vínculos emocionales con su pareja. Si está habitada por Mercurio, la comunicación con tu pareja será vital para permanecer juntos.
La octava casa es la casa sexual. Los planetas situados en ella no son necesariamente visibles en la vida cotidiana pero afloran durante los encuentros sexuales. Marte en la octava casa indica una poderosa libido. El sexo será muy compartido. El excitable e impredecible Urano situado en esta casa puede indicar una orientación bisexual y homosexual, o simplemente que te guste el sexo un poco diferente y que necesites una pareja ingeniosa.
Así como es sabido que los signos del mismo elemento se llevan bien ya que hablan de las mismas cosas, es decir, signos de fuego (Aries, Leo, Sagitario), de tierra (Tauro, Virgo, Capricornio), de agua (Cáncer, Piscis, Escorpio) y de aire (Géminis, Libra Acuario) y se relacionan con la misma energía las relaciones más ricas suelen ser las de signos opuestos por el aprendizaje que ocasionan uno en el otro y por la complementariedad que se ofrecen (siempre y cuando no se polaricen cada vez más en sus aspectos opuestos); por lo cual se atraen mutuamente. Ello puede conducir a un encuentro sexual, pero puede también representar la oportunidad de aprender el uno de otro. Los signos necesitan incorporar sus energías contrapuestas para encontrar un nuevo camino que le permita controlar las situaciones y lograr una mayor armonía.
Los signos del mismo elemento también se atraen, pero los signos situados en ángulo recto o en la llamada “cuadratura” suelen ser incompatibles. Tendemos a sentirnos más a gusto con nuestro propio elemento y a considerar estimulante sexualmente el signo opuesto. Tienden a contar con energías complementarias y a ser sexualmente compatibles.
Los signos amantes de la libertad -Aries, Acuario, Sagitario y Géminis- necesitan tiempo para comprometerse, y a menudo dejan una puerta abierta por si desean escapar apresuradamente. No suelen mirar hacia atrás ni lamentan lo que habría podido ser, y pasan de una relación a otra con pocos remordimientos. Los signos fieles -Tauro, Cáncer, Leo, Capricornio, Escorpio- tienden a buscar una relación con compromiso duradero y a conservarla. Los signos de tierra y agua prefieren las relaciones estables, mientras que el aire y el fuego cambian de pareja con más frecuencia.
Cuando se rompe una relación, el comportamiento de los diferentes signos puede variar mucho, al igual que su actitud ante el divorcio o la infidelidad. Consulta tu signo y el de tu pareja para más detalles.


ARIES

El Ariano es uno de los signos más apasionados e impetuosos. En su presencia, los sentimientos entran en ebullición. Lo dan todo por conseguir lo que quieren y no conciben esperar demasiado. Suelen tomar la iniciativa y les gusta las aventuras breves e intensas. Es frecuente incluso que lleguen a buscar problemas en la pareja para no caer en el aburrimiento.
La energía básica de Aries, es centrada en el, egocéntrica y confiada. Cuando sientes deseo, lo que más te interesa es satisfacer tus propias necesidades de la forma más rápida y directa posible. Como signo cardinal de fuego, eres famoso por tu rápida seducción y tu pasión ardiente y bulliciosa. Los signos cardinales (Aries, Cáncer, Libra Capricornio) raramente aceptan un no por respuesta. Puede que en la búsqueda de la pareja ideal, el hombre Aries esté totalmente motivado por el deseo. La mujer Aries es igual de obcecada.
Tu signo está dominado por las sensaciones, por lo que disfrutas plenamente del sexo poco complicado. En general eres poco experto en el arte de la seducción lenta y sutil. Simplemente pides lo que quieres sin tener demasiado en cuenta las necesidades de tu pareja. Como signo de fuego, tu mejor cualidad es ser directo, y la peor, tu ruda impaciencia.
Como la mayoría de los signos de fuego, raramente estás en contacto con tu cuerpo. Lo usas para el sexo. Sin embargo... ¿ha estado el sexo alguna vez a la altura de tus fantasías? No lo estará mientras busques un orgasmo rápido. Debes aprender a prestar atención a las necesidades y los gustos de tu cuerpo, y a compartir tus experiencias con tu pareja.
Aries siente una urgencia que no permite demoras en la satisfacción inmediata del deseo. Al igual que el planeta que te gobierna, pretendes ser el vencedor en la batalla entre sexos. Buscas siempre emoción y excitación. Marte te empuja constantemente, por lo que disfrutas con la persecución. Es más, anhelas la conquista. No obstante, demasiada resistencia te hace abandonar y buscar la emoción en otra parte. Un Aries pocas veces se somete a la dominación. Necesitas “mandar” en todos los aspectos sexuales. Los Aries, poco sutiles, casi nunca se entregan a los juegos emocionales, pero sí a los sexuales..... siempre que sea el ganador.
Eres un atleta sexual ardientemente apasionado y extrovertido, o al menos eso crees. Ciertamente tienes un interés inicial por el sexo, pero ¿sabes mantenerlo? Uno de tus rasgos menos atractivos es que eres bueno empezando las cosas pero no terminándolas, algo típico de los signos cardinales. No te interesa construir las cosas gradualmente. La naturaleza de Aries es brusca e impaciente y elimina el juego preliminar prolongado. Aries prefiere el sexo de “aquí te pillo, aquí te mato”.
Si las cosas transcurren con demasiada lentitud o se vuelven repetitivas, perderás interés rápidamente. Y que nadie se atreva a reprochártelo. ¡Aries siempre tiene la razón! El ritmo que eliges es el correcto y poco te importan los sentimientos de los demás. Este egoísta enfoque sexual hace que veas las cosas sólo desde tu punto de vista, y comporta pocas relaciones duraderas. Muchas aventuras de Aries son como llamaradas ardientes: queman de forma espectacular pero luego se extinguen.
Te encanta flirtear. Es algo que satisface tu necesidad de estímulo constante y te ayuda a esquivar el compromiso que tanto te asusta. Cuando por fin te enamoras quieres expresar tus sentimientos de una forma directa. Como corazón romántico, buscas el amor de tu vida. Cuando lo encuentras, esperas una vida de felicidad sin fin y de armonía. Incluso cuando te enamoras, las declaraciones poéticas de dicho amor son poco habituales. No te importa decir “te quiero” de vez en cuando pero te resulta difícil explorar tus sentimientos más allá del momento. Eres un signo positivo y extrovertido, por lo que no tienes tendencia a reflexionar sobre los mecanismos que te impulsan.
A muchos Aries les gusta discutir para expresar su apasionada naturaleza. Pides perdón con sexo (no con flores). La pareja deberá adivinar hasta qué punto estás arrepentido.
Tu signo es bastante fiel, aunque si eres infiel, se lo contarás a tu pareja sin ningún tipo de tacto. Quizás debas aprender a escoger el momento en lugar de descargar impulsivamente las cosas para que la “honestidad” te haga sentir mejor.
Los hombres y mujeres Aries son bastante parecidos. Ambos quieren iniciar el sexo y su posición preferida es encima. Las dificultades pueden surgir si los otros signos consideran esa actitud demasiado “mandona”, cuando en realidad se trata de tu inclinación natural a tomar las riendas.
El signo de Aries está relacionado con la cabeza. A muchos Aries les gusta que les acaricien la cabeza, en especial la nuca o la frente. Pero si lo que buscas es pasión, debes concentrarte en el planeta que te gobierna, Marte, estrechamente relacionado con los órganos genitales. Estos, junto con los pezones, son la principal fuente de pasión.

Buscas encuentros sexuales poco complicados, libertad, pasión y autosatisfacción. Te hacen felices las personas que se toman la vida y el amor con tanto placer y simpleza como tú. Aries necesita honestidad en las relaciones. No soportas los secretos ni las tácticas manipuladoras. Tu estilo sexual se verá completamente por alguien tan directo y franco como tú.
También tienes una vena romántica. Así pues, alguien que se moleste en hacerte regalos y en crear un ambiente erótico será muy bien acogido, sobre todo si de vez en cuando organiza una cita especial. Dada tu necesidad constante de estímulo, una persona que pueda sorprenderte mantendrá tu interés.
Aries no puede soportar la frustración de tener que esperar. Quieres sexo cuando te apetece, y punto. Tampoco te gusta que te digan lo que deber hacer, por lo que tu pareja deberá encontrar la manera de introducir novedades en tu vida sexual de forma directa pero no amenazadora. Las insinuaciones vagas e indirectas te impresionarán más bien poco. Las intrigas, lo secretos y los sigilos no te gustan nada. El disimulo y la diplomacia te resultan extremadamente difíciles.
La fantasía de Aries implica un fuego sexual inextinguible generado por ambas partes. Tu naturaleza es romántica y apasionada y por eso te atrae fuertemente la imagen del caballero de armadura reluciente saliendo a combatir al dragón y a rescatar a la infortunada damisela (o su equivalente moderno). Evidentemente, expresas el aprecio con ilusión y erotismo. La mujer Aries es la damisela que sale a rescatar a su caballero errante -es un ser valeroso que desea participar activamente en la fantasía.
No obstante, las fantasías de Aries pueden ser peligrosas. Algo de sadomasoquismo puede añadir entusiasmo a tu imaginación. Puede que a veces imagines que adoptas el papel pasivo, pero sólo para saber que se siente. Este es el atractivo de la fantasía: te permite abandonar durante un rato tu papel habitual. Por ejemplo, quizás te guste imaginar que te resistes a alguien que te fuerza al sexo y que no puedes rechazar.
Tu lugar favorito es sobre la alfombra, junto al fulgor; el asiento delantero del coche, o las escaleras... Aries es demasiado impaciente y atrevido para esperar llegar a la cama.
Te gusta los sitios algo peligrosos: quizás un ascensor, o cualquier lugar en que corran peligro de ser descubiertos. Los espacios abiertos también atraen al deportivo Aries. Como signo de fuego, prefieres el calor. Así pues, hacer el amor al aire libre en una cálida noche de verano se ajusta a tu naturaleza enamoradiza, al igual que los lugares exóticos bajo el sol.
Cuando te enamoras, puedes ser sorprendentemente celoso. Probablemente no tolerarás que tu pareja tenga una aventura. En cambio, puede que tú cedas a la tentación y esperes que tu pareja reconozca que eso no va a afectar vuestra duradera relación amorosa.
El temperamento de Aries es explosivo. No es un signo que acumule rencores. Al menor contratiempo, tiendes a marcharte, pero no tardas en volver. Tus enfados son poco duraderos, aunque tu pareja no debe esperar una disculpa. Aries no conoce el significado de la palabra “perdón”. Dado que para Aries todo se reduce al presente, éste espera que su pareja olvide los desacuerdos tan rápidamente como él.
Las relaciones de un Aries suelen terminar abruptamente. A pesar de muchas “segundas oportunidades”, de repente, un día la puerta se cierra y no vuelve a abrirse. Seguirás avanzando, o te habrás entregado a un nuevo reto, más emocionante. Aries no es el más fiel de los signos, por lo que es posible que sientas de nuevo el deseo, o que te haya aburrido el esfuerzo por satisfacer las necesidades de otra persona. Una vez la relación ha terminado, tiendes a eliminar todo contacto. A tu signo le gusta desaparecer rápidamente; no mira hacia atrás con nostalgia pensando en lo que hubiera podido ser. El divorcio será rápido.

De tu signo opuesto, Libra, puedes aprender la manera de establecer una relación verdadera, y como el “yo” puede convertirse en “nosotros”. Puedes descubrir las posibilidades que ofrece el disfrutar del juego de seducción y la aceptación de compromisos, o aprender a apreciar la sensualidad tanto como la sexualidad y a disfrutar el erotismo y la fantasía. Descubrir la manera de compartir los sentimientos, como haces con tu pasión, podría beneficiarte emocionalmente. Puede resultarte difícil, pero ganarías mucho compartiendo las emociones con alguien de confianza.


TAURO


Tauro es de naturaleza apasionada y posee un fuerte impulso sexual aunque suele ser un poco rudo y faltarle ternura. Le gustan la gente y los lugares bellos y suelen preocuparse bastante por su cuerpo y la estética.
Eres un signo cauto y práctico a causa de tu elemento fijo, la tierra. Tardas un poco en reaccionar ante las señales sexuales más evidentes o tus propios deseos ya que no te dejas llevar por ellos. Tiendes primero a marcar el camino como forma de posesión del otro.
Estás en estrecho contacto con tu cuerpo, y puede que pienses que en el sexo las sensaciones físicas son lo único que importa. De ahí tu fama de rudo o un poco tosco y carente de ternura. En realidad a pesar de su ritmo lento le cuesta ponerse en el lugar del otro y “sintonizar” con lo que el otro desea ya que busca mucho su propio placer y le cuesta compartir sentimientos y fantasías.
Tu signo está gobernado por Venus, y por eso no puedes evitar interesarte por el sexo. Este erótico planeta llena tus sentidos de ávido deseo y te llama al placer y a la satisfacción sensual. Y no obstante, tal como hemos visto, perteneces al elemento fijo tierra. Eres una extraña combinación de sensualidad venusina y pragmatismo terrestre. Así pues, en el dormitorio de un Tauro encontramos sábanas de satén en una cama grande y cómoda. El armario está lleno de pijamas de seda, probablemente cubiertos por una cálido y práctica bata.

A Venus le gustan las caras bonitas; así pues, elegirás una pareja atractiva físicamente, aunque a la hora de escoger tenderás a elegir personas fieles que te den seguridad y estabilidad.
Tu técnica de seducción es lenta y sensual, pero tenaz y firme. Un Tauro casi nunca se da por venido fácilmente y persigue el objeto de su deseo con constancia (cual animal a su presa). Los signos más débiles suelen ceder simplemente para encontrar un poco de paz. Entonces, se sorprenden al comprobar que su amante es indulgente y que sólo desea su placer ya que es muy hedonístico y se centra más en el que en el otro.
A pesar de la influencia de Venus, puede que seas poco imaginativo, lo cual, combinado con tu gusto por los hábitos establecidos, puede hacerte caer en la rutina sexual. Tu actitud en la cama puede ser aburrida y predecible -a menos que tengas a Venus en Aries o Géminis, para animar las cosas-.
Querrás casarte ya que buscas estabilidad y marcos que te permitan mover con seguridad. Consideras importante que la gente vea que estás enamorado y tu generoso espíritu hará que desees que otros compartan tu dicha. Un Tauro enamorado es tan sociable como amoroso. Invitarás a todos tus amigos a deliciosos banquetes para que conozcan a tu amor, y visitarás los objetivos artísticos que tanto valoras. Al enamorarte, te conviertes en una persona directa. El lado físico de tu relación es excelente, pero las emociones te confunden. Piensas que no hay más que lo que ves o lo que oyes. Por consiguiente, te desconciertan los juegos emocionales de otros signos. Esperas que la gente cumpla sus promesas, y si otros ocultan sus sentimientos, no tienes capacidad para descifrar lo que realmente sienten. Así pues, es fundamental que aprendas a comunicarte emocionalmente con tu pareja. Compartir sentimientos a través del contacto y la acción es un buen comienzo, pero también debes aprender a hablar.
Tu posible pareja debe prestar atención a las palabras “celos” y “posesión”. Fiel hasta la muerte, exiges lo mismo a tu pareja. El flirteo está totalmente fuera de lugar, y la emancipación femenina todavía no ha entrado en la casa de un Tauro. Para un Tauro, las dos personas se convierten en una. Que la desgracia caiga sobre la pareja que desee libertad y espacio. Algunos signos aprecian el compromiso de Tauro, mientras que otros la consideran asfixiante.
Muchos hombres Tauro subliman sus deseos sexuales con el trabajo, ya que carecen del atrevimiento para abordar posibles parejas y conquistas. A las mujeres Tauro, en cambio, les satisface jugar a ser seducidas aunque no tengan ni la más mínima intención de continuar con la relación, es un tema de soberbia en la cual les encanta sentirse especiales y buscadas. Aun cuando la relación haya terminado no les gusta ser reemplazadas fácilmente o aun cuando ni siquiera piense en comenzar una relación les gusta que estén pendientes de ellas.
Para un Tauro, la boca y las papilas gustativas son erógenas, así pues, los besos profundos son extremadamente eróticos para ellos y suelen manejar muy bien las palabras y la voz como arma de seducción.
Tauro está asociado a la garganta y al cuello. Te excita que te acaricien la parte delantera del cuello.
Lo que más te gusta es tomarte tiempo. Tu ideal es un fin de semana entero de lento placer sexual y sensual.
Con toda esta energía sexual, será conveniente comer algo mientras haces el amor, para reponer fuerzas. El tentempié debe ser lo más hedonístico posible el caviar o un buen helado activan tus sentidos.
Al hacer el amor, el tacto y el olfato desempeñan un papel importante para un Tauro.

Venus rige tu signo, y por eso te encantan la seda y los perfumes que estimulan tus sentidos, por lo que el uso de lociones y aceites puede resultarte muy placentero. No subestimes nunca la satisfacción sensual de una buena comida y un buen vino antes de hacer el amor.
Te disgusta profundamente que te apremien o que te fuercen a hacer algo. No te gusta la vulgaridad pero puedes caer fácilmente en la ostentación y en el desprecio a otros.
Lo que más le disgusta a un Tauro es el cambio. El menor cambio en la rutina, incluso la introducción de una nueva postura excitante para su pareja, puede provocar su malestar.
Tauro siente también aversión a los riesgos. La aventura rápida y espontánea no te va. Necesitas seguridad. El peligro es lo que más disgusta a este signo.
Las fantasías de Tauro tienden a centrarse en la comodidad y la sensualidad, y a menudo incluyen la comida.
Una cama de oro y plata y dos metros de ancho en un harén en Túnez, cubierta de seda, satén y abundantes almohadas, se convierte en el nido de amor apropiado para el opulento Tauro, en este caso, un sultán y su sensual esposa, especialmente si les espera un banquete exótico y un baño perfumado. Tauro puede fantasear sobre lo mismo una y otra vez. Como fantasía, te permite alejarte de tu enfoque habitual de las cosas, e incluso puede que disfrutes llenando la cama con un harén entero, masculino o femenino, que regalará un cuerpo con todo tipo de atenciones.
En lo que se refiere a tus lugares favoritos normalmente prefieres una cama cómoda o un opulento sofá.
Tauro es tenaz y valora el matrimonio. Por consiguiente, difícilmente se separará, aunque la relación ya implique camas separadas y el amor haya desaparecido. El divorcio es una solución poco probable para tu personalidad de ideas fijas. Si te ves forzado a la separación, lucharás hasta el final por la repartición de bienes.
Hay algo que un Tauro no perdona: la infidelidad. Guardarás un profundo rencor si te traicionan. Así pues, si tu pareja desea un desliz extramatrimonial, mejor que lo olvide.
De tu signo opuesto, Escorpio, puedes aprender mucho sobre cómo dominar las pasiones y superar los tabúes de la vida. Escorpio se lanza a lo que la mayoría de las Tauro teme especialmente en el terreno sexual. Escorpio es profundamente intuitivo y puede ofrecerte una nueva percepción de los sentimientos y las emociones, algo que permitirá que te abras a tu pareja. Como Tauro, tu mayor dificultad consiste en dejarte llevar y Escorpio es el experto del zodíaco en la “pequeña muerte” que representa un orgasmo, un abandono total que une a la pareja al nivel más profundo.

GEMINIS


Géminis te cortejará con su deslumbrante seducción verbal. Utilizará su carácter hablador para flirtear escandalosamente contigo.

Normalmente son sociables, charladores, alocados y no paran de moverse. Lo primero que harás será oírle, ya que no deja de hablar ni de gesticular. Está lleno de energía y danza continuamente, mirando a todas partes. Vestidos algo arrugados, una esbelta figura y la cabeza inclinada para sujetar el teléfono móvil, ojos relucientes por la curiosidad y una sonrisa maliciosa, todo indica que Géminis se dispone a deslumbrarte con una palabra. Un Géminis nunca está solo. Disfruta de la gente y no le importa impresionar o entretener. Para este signo tan versátil las historias increíbles y la corte de posibles amantes están a la orden del día.

Géminis es voluble y no está muy seguro de distinguir entre el deseo, el amor o la necesidad imperiosa de tener alguien con quien hablar. Este signo prefiere amar a los amigos que a sus apasionados amantes. Es el signo más cambiante del zodíaco y, como tal va mudando; primero desea, luego se aburre, a continuación se enamora profundamente, y vuelta a empezar. Puede seguir este patrón con una misma pareja o con personas distintas. Es un signo que soporta bien el celibato puesto que se interesa por muchas otras cosas. Por tanto, si un Géminis te desea o se enamora de ti, prepárate para un hábil juego de piernas que te permita segur su ritmo. Y no te desanimes si vas a una fiesta y tu Géminis se pasa la noche flirteando o discutiendo con un grupo cuyos intereses te excluyen.
Cuanta más libertad puedas darle a esta persona tan social, más oportunidades tendrás de acaparar su atención posteriormente. Géminis regresará feliz junto a alguien cuyo entorno sea tranquilo y poco tumultuoso. Evidentemente, ello no excluye las disputas, que un Géminis suele denominar intercambio de opiniones. Asegúrate de que defiendes tu punto de vista.

De aquí la dualidad de los geminianos ya que es un signo al que le gusta flirtear ya que es muy inseguro y necesita confirmar que seduce y gusta pero a la vez es fiel a su casa y hogar tranquilo y celoso de quien es su pareja en la cual necesita confiar para que le de la estabilidad que el o ella anhelan.

El acercamiento hacia un Géminis es más bien intelectual y de mucha conversación, por lo cual se puede hablar mucho de sexo antes de concretarlo. Regálale a Géminis algún aparato de alta tecnología, pero asegúrate de que está programado para hacerle pensar en el sexo.

El secreto para llegar al estadio de la seducción es conducir la conversación al terreno sexual y dejar que el talento natural de Géminis tome las riendas a partir de ahí. Puedes pedirle, por ejemplo, que explique la posición 49 del Kama Sutra (no olvides informarte primero) puesto que no la crees factible físicamente. Si lo es, Géminis puede ser la persona adecuada para demostrártelo.
Con Géminis puedes llegara a donde quieres si alabas su intelecto e información y cultura. Escucha con detenimiento lo que dice, asiente con aprobación, haz algún juego de palabras y deja que sea él quien se convenza para ir a la cama.

A Géminis le gustan los artefactos de todo tipo. Si le compras otro teléfono móvil o el último y más reducido modelo de reproductor de CD's, será feliz. Sin embargo para captar su atención en los asuntos íntimos, quizás sería mejor regalarle un juguete erótico. También será adecuada cualquier cosa para el ordenador: ¿qué te parece el CD - ROM del Kama Sutra? Si hubiese una manera de transferir las fantasías sexuales de Géminis a un video, ese sería el regalo definitivo. O como obsequio alternativo, ¿qué tal el último invento, una cámara digital a control remoto?

Habla, habla y habla, pero no esperes que revele sus verdaderos sentimientos, puesto que ni tan siquiera Géminis los conoce. Tampoco sacarás nada en claro de lo que piensa, ya que Géminis cambia de idea constantemente. Géminis, con una lengua de oro, te prometerá el mundo, aunque lamentablemente no cumplirá su promesa. Con Géminis, las cosas cambian rápidamente. Así pues, tienes que ser ágil para seguirle. Sin embargo, cuando logras captar su interés de verdad, resulta una compañía atractiva y es un amante innovador. Eso si tienes que mantener en vilo su curiosidad inquieta para que sea feliz, sino se volverá amargado y taciturno (al menos contigo).


CANCER

¿Has observado alguna vez un cangrejo? Nunca se acerca a su destino de forma directa, prefiere moverse de lado. Tu aproximación al sexo y a la seducción es similar. Bajo un caparazón de indiferencia aparente se esconde tu interior apasionado. Y cuando agarras algo con tus pinzas, difícilmente lo sueltas.
Luna rige tu signo, y por eso eres de temperamento cambiante, sensible y vulnerable. Bajo la demostración exterior de sofisticación sexual hay un tierno corazón que teme ser herido. No revelas tus sentimientos fácilmente y haces todo lo posible para evitar que te rompan el corazón. A veces, ello implica la construcción de una valla impenetrable a tu alrededor. Al igual que ocurre con todos los elementos de agua, el sexo puede estar oculto detrás de estrategias emocionales manipuladoras destinadas a reforzar tu confianza. Sin embargo, eres un signo cardinal, lo cual significa que te gusta iniciar la actividad sexual.
Quizás tus estratagemas emocionales sólo reflejan una susceptibilidad innata, aunque también podría tratarse de juegos emocionales que planteas a tu pareja para que te ofrezca aquello que te hace sentir seguro. Tu estado de ánimo cambia con mucha rapidez, por ejemplo, después de un <> puede seguir un reproche mohíno del tipo <<¿es que ya no me quieres>> si tu pareja decide acceder a tu petición y dejarte en paz. Es entonces cuando del caparazón surge la sirena que tratará de satisfacer por todos los medios las fantasías eróticas de su desconcertada pareja.

Como eres un signo de agua puedes reflejar las emociones de la persona amada. La Luna te ayuda a intensificar esta cualidad y a convertirla en un arte, hasta el punto que tu pareja no notará que sólo estás devolviendo los sentimientos al sitio de donde partieron y creerá que es lo que sientes en realidad. El efecto de esta estrategia suele ser muy apreciado.
Debes tus cambios de humor a tu susceptibilidad a la Luna. Probablemente ya te habrá dado cuenta que eres un ser cíclico. A veces necesitas salir al mundo y otras necesitas estar a solas, según la luna sea creciente o menguante.
Cáncer es un signo con un poderoso impulso de dar a la gente lo que necesita. Tu estilo sexual consiste en dar afecto, preocuparte por tu pareja y compartir. Sientes la necesidad de cuidar de tu pareja. Puede que tengas aventuras ocasionales más por compasión que por deseo, aunque este último puede motivarte también. Si con tu amabilidad seduces a alguien para que se acueste contigo luego querrás que funcione, ya que no quieres ofender a nadie. Dado que eres tan vulnerable emocionalmente, tiendes a asumir que las otras personas también lo son. Quizás la lección más importante que debes aprender con respecto a las relaciones es que la mayoría de la gente se recupera rápidamente cuando se trata de deseo, y probablemente tarda más cuando se trata de amor. Pero a pesar de todo, incluso un Cáncer de tierno corazón puede sobrevivir al fin de una relación. Tu maquillaje cardinal esconde un buen grado de impalpabilidad.
Cáncer está dominado por el deseo de proteger a los demás, algo que puede conducirle a la posesividad sexual. Los hombres y las mujeres Cáncer tienden a desempeñar el papel de “mamá” ante sus parejas. A veces, tratas a tu pareja como a un niño y la vigilas de cerca. Este tipo de actitud puede impregnar tu relación de matices incestuosos. Así pues, si tu pareja parece incómoda, puede que valga la pena comprobar si tu deseo de proteger a los demás hace que te parezcas demasiado a una madre.
Tu signo es sentimental y romántico. Cuando te enamoras, lo quieres todo: corazones, flores y una gran boda de blanco. Eres una persona táctil, por eso necesitas abundantes besos y abrazos.
Tu pareja debe sintonizar emocionalmente contigo. Si compartes tus sentimientos con ella, se sentirá increíblemente satisfecha y comprendida. En realidad, eso es lo que tú esperas de la persona que amas.
Cuando te enamoras, tu principal problema es la hipersensibilidad. Eres una persona celosa y posesiva. Quieres que todo el amor de tu pareja sea para ti, puesto que ello te hace sentir seguro y te convence de que te aman. Tu personalidad vulnerable hace que necesites seguridad constantemente. Si tu pareja comprende esta necesidad, la relación avanzará de forma muy tranquila. Tu pareja debe aceptar también tu deseo periódico de intimidad y silencio. Necesitas tiempo para soñar, para caer en el ensueño, para explorar tus emociones. Ello no significa que ames a tu pareja, pero debes aprender a expresar tu necesidad de forma que la persona amada no se sienta excluida.
Ansías alimentar a tu pareja y pasas mucho tiempo en la cocina. Los Cáncer son cocineros excelentes que muestran su amor ofreciendo comida a los seres queridos a todas horas.
Cáncer gobierna el pecho y el estómago, por lo que éstas son tus zonas erógenas. Sin embargo, dada tu vulnerabilidad, puedes sentirte amenazado si alguien se acerca a estas partes del cuerpo. Tu pareja no debería dirigirse directamente a estas zonas. Deja que te exciten primero con abundancia de besos apasionados. Entonces, si poco a poco te acarician el estómago, sentirás cómo aumenta tu deseo.
Los pezones son muy sensibles al tacto, tanto en los hombres como en las mujeres Cáncer. Así pues, una pareja que te trate con suavidad tiene más probabilidades de excitarte que otra que te dedique caricias o mordiscos dolorosos. A la mayoría de los hombres Cáncer les gusta que les acaricien el pecho muy suavemente con las yemas de los dedos o con la palma de la mano. Las mujeres Cáncer prefieren que les acaricien los pechos con mucha suavidad.
Eres un signo táctil y por eso te gusta besar y abrazar. Estrecharte contra la persona que amas te hace sentir bien. Cáncer es un campeón en dar la mano: anda de la mano de su pareja y pasa horas en el banco de un parque, sobre toda a la luz de la luna, abrazado a ella.
Lo que más necesita Cáncer es sentirse protegido por alguien que comparta su longitud de onda. Es entonces cuando se atreve a dar rienda suelta a sus deseos eróticos.
A Cáncer le gusta sentirse amado y protegido, del mismo modo que protege y ama a su compañero. La conexión de Cáncer con el estómago hace que disfrute de una buena comida, especialmente a la luz de la velas, solitaria y romántica, para poder mirar fijamente a tu pareja. No subestimes el placer erótico de dar de comer a tu pareja los más suculentos bocados.
Lo que más te desagrada es que te invadan. Te repugnan los amantes rudos que quieres forzarte a intimar demasiado de prisa, así como aquellos que pretender hacerte compartir sus fantasías en la primera cita.
El peligro también apaga tu deseo. Necesitas experimentar seguridad antes de aventurarte en el terreno amatorio. Puede que un beso te parezca bien, pero no querrás ir mucho más allá mientras estés al descubierto o si existe la posibilidad de que te descubran.
Como signo de agua, Cáncer es soñador y posee una vívida imaginación, aunque tiende a esconder su fantasía y a compartirla únicamente con los amantes más íntimos. Como signo cardinal, sus fantasías son activas, épicas. Inicia el sexo y controla la escena. Como signo negativo de agua, es pasivo y lánguido.
Un romántico escondite en la playa es tu nido de amor favorito, especialmente si está bien provisto de almohadas y mantas para acurrucarte y abundancia de comida para ir mordisqueando. Una de las actividades preferidas de un Cáncer es nadar, por lo que hacer el amor cerca o dentro del agua calma tu espíritu. Sin duda, ya debes haber descubierto las delicias de una ducha o un baño compartido con tu pareja. Una sauna o un baño turco probablemente sean demasiado calurosos para tu sensible piel, pero un buen baño con sal como hacían antaño es ideal.
Aun así, los Cáncer son felices quedándose en casa, delante del fuego o yendo a la cama (de agua, por supuesto) temprano. Tu hogar está donde está tu corazón.
Eres uno de los signos más fieles y por tanto es improbable que rompas tu relación por una aventura pasajera, aunque puedes tenerlas incidentalmente. Si tu pareja te es fiel, la perdonarás por el bien de la familia.
Lo último que deseas haces es dejar una relación. Incluso cuando sabes que funciona, tu corazón no quiere herir a tu pareja forzando una ruptura. Cuando es tu pareja la que decide dejarte, sientes un gran dolor. Tu signo es muy sentimental y tiendes a recordar el pasado y a suspirar por lo que hubiera podido ser.
Si has pasado por el altar, no querrás divorciarte. Valoras el matrimonio, en especial si tienes una familia. La promesa de estar al lado de tu pareja en la enfermedad y en la salud, en la riqueza y en la pobreza, significa mucho para ti.
Tu mayor trauma es tener que dejar el hogar. Una ruptura será mucho menos dolorosa si puedes seguir viviendo en la misma casa. Las mudanzas te provocan inseguridad.
Capricornio es un signo frío y poco sentimental, al menos desde el punto de vista de un Cáncer. No obstante, puedes aprender mucho de tu opuesto sobre cómo controlar tu excesiva emotividad y tu tendencia a los cambios de humor. Capricornio no deja nunca que los sentimientos obstaculicen su camino a pesar de la profundidad de los mismos (lo que le da seguridad a Cáncer). Bajo la influencia de este disciplinado signo, la sensación de seguridad e independencia será mucho mayor. Cáncer tiende a caer en la pereza mientras que a Capricornio esa palabra no figura en su diccionario.
La habilidad de Capricornio para alejarse del pasado puede ayudarte a vencer tu necesidad de agarrarte a él, y su humor negro puede liberarte de tu autocompasión y darte autoconfianza.

LEO

Leo es el rey natural del zodíaco. Le encanta ser el centro de atención y enamorarse, algo que no le resulta muy difícil al estar gobernado por el Sol y ser de naturaleza afectuosa. Como signo de fuego, es apasionado y muy exigente. Es un amante confiado y seguro de si mismo.
Raramente persigues a alguien, prefieres usar tu ardor para ejercer un magnetismo que atrae a la gente hacia ti. Los demás tienen tendencia a fijarse en ti. Eres teatral y rebosas vitalidad y dinamismo, como un cachorro de león. Sin embargo, a diferencia de un cachorro, despides una fuerza sexual irresistible que atrae a todo el mundo a una órbita de fascinación a tu alrededor. Te gustan los juegos de poder y elaboras juegos emocionales que estimulan tu ego.
Tu cualidad fija te permite temperar la espontaneidad del elemento de fuego, por lo que tu impulso sexual es fuerte y firme. Puedes retrasar la obtención de la recompensa a favor de otras más interesantes. Te gusta jugar fuerte, aunque lamentablemente algunos de tus juegos se asemejan al del gato que persigue al ratón. ¡Pobre del que se atreva a herir tu orgullo real! Te parece bien hacer el payaso como parte de las travesuras sexuales, pero valoras la dignidad muy por encima de la pasión, algo que tu pareja descubrirá si se pasa de la raya.
Debes tu ardiente y entusiasta personalidad y tu gran vitalidad al Sol, el astro que te gobierna. Esta es la fuente de tu entusiasmo sin límites y tu goce por la vida, especialmente en materia sexual. Para ti, el acto de amor es una expresión de tu personalidad. El Sol te confiere generosidad de espíritu y opiniones firmes (aunque es el elemento fijo el que hace tan difícil que cambies de opinión una vez has decidido).
Al igual que el Sol, posees una gran energía. Y, como el Sol, puedes llegar a quemar a los pobres mortales que no están a la altura de tu fuerte libido. En todos los asuntos carnales, debes procurar no ser tú el que encienda tu propia pira.

Sientes una fuerte necesidad de ser especial, de sobresalir entre la multitud, de que te reconozcan por lo que eres. Cuando sientes el impulso de buscar nuevas sensaciones y nuevos admiradores, tu motivación es encontrar a alguien que crea que eres diferente. Quieres brillar. Cuando encuentras una pareja, irradias todo el calor del Sol para que se sienta muy especial.
Tu signo posee uno de los impulsos sexuales más fuertes y una de las tendencias más impetuosas a expresarse. Por eso, como amante posees versatilidad y creatividad. Aunque no fuerzas tus relaciones con la gente (tendrás un montón de voluntarios), sí fuerzas la satisfacción de tus necesidades. Estás muy en contacto con tu faceta sexual y no dudas en expresarla de forma apasionada y con inventiva. Te encanta el teatro y deseas expresar gráficamente tus fantasías eróticas, algo que puede sorprender a otros signos más reservados. Puede que te acusen de actuar como una diva, seas hombre o mujer, pero el calor de tu afecto y el entusiasmo con el que te entregas al sexo acaba persuadiendo a una amante de que el sexo con un Leo es algo especial.
Como todos los signos de fuego, cuando Leo sobrepasa el deseo y se enamora, entonces emerge su naturaleza romántica. No te sorprendas si de repente sientes la necesidad de comprar flores o regalos caros para la persona amada. Puede que incluso quieras hacer apasionadas declaraciones de amor. Los Leo son actores natos y, aparentemente, el amor saca a relucir su faceta extravagante y poética. Quieres expresar tu amor con sexo apasionado e intenso y dar floridas muestras de tus sentimientos. Como tienes algo de exhibicionista, sentirás el impulso de exhibir a tu amante ante todos tus amigos y de que te vean en los mejores locales. Aunque ello beneficia tu ego, ésta no es la única razón de las lujosas cenas o de las salidas a la ópera. Quieres que todo el mundo ame a la persona que amas y que comparta el placer que te produce estar junto a ella. Así es como demuestras el amor.
Como elemento fijo, eres leal y constante en el amor. Sin embargo, puede que te enamores varias veces antes de encontrar a tu pareja ideal. Además, confundirás deseo y amor con toda seguridad. Como signo de fuego, tiendes a entregarte rápidamente, y enamorarte te resulta fácil. Cuando te das cuenta de tu error, lo sumas a tu experiencia y empiezas de nuevo. Siempre optimista, tiene la seguridad de que pronto aparecerá otro amante.
Tu pareja deberá ser un compañero de juegos y un amigo, puesto que el sexo por sí solo no es suficiente para manteneros juntos aunque por un tiempo puede que te engañes y pienses que sí. Cuando encuentras a tu pareja, le ofrecerás lealtad y generosidad.
Te encanta que te acaricien la espalda, en especial la zona cercana al final de la columna (a los gatos también les gusta que les rasquen esa parte). Si tu pareja te da masajes o recorre tu espalda con la uñas, ronronearás de placer. También disfrutas cuando te lavan la espalda con un cepillo de púas o con una esponja áspera para estimular la piel, especialmente si tu pareja se concentra en la parte inferior de la columna.
A Leo le encanta ser el centro de la atención. Así pues, lo que te excita más que cualquier otra cosa y te hace feliz es que tu pareja se concentre únicamente en ti. Adoras los regalos (cuanto más caros y ostentosos mejor), aunque una simple rosa roja puede hacerte sentir maravillosamente. La afortunada persona que te haya hecho el regalo quedará ampliamente recompensada con tu radiante gratitud.
Quieres que te amen, pero puedes pasar simplemente con la admiración (a menudo confundes las dos cosas). Valoras que tu pareja sea divertida, sobre todo si está dispuesta a dar pie a tu exuberante personalidad, e incluso más si llega a igualar tu agotador apetito de actividad sexual y fantasías. En realidad, lo que quiere un leo es un compañero de juegos.

Los felinos pueden ser bastante rudos en el juego sexual. Los mordiscos y los arañazos desempeñan un importante papel, y son una buena fuente de excitación.
Leo odia la indecisión y la gente sin opinión propia. Si no recibes la atención adecuada te marchas a flirtear con alguien que sepa apreciar tus cualidades.
También te desagrada la gente que intenta ponerte freno, que parece saber más que tú o que te desbanca del centro de atención. Así pues, un buen consejo para tu amante sería que debe contentarse con permanecer en segundo plano, desempeñando un papel de apoyo. De este modo, la calidez de tu personalidad brillará siempre.
Leo desea ejercer el control Quieres tener el destino de la relación en tus manos. En el plano físico, te aseguras de que tu pareja sepa lo que te gusta. Así pues, cualquiera que intente asumir el control debe andarse con cuidado.
Las fantasías de Leo se basan en despertar admiración. Puedes pasar horas ante el espejo, soñando o admirando lo que ves. Tanto lo hombres como las mujeres Leo comparten la fantasía exhibicionista de desnudarse. Pensar que eres el centro de la atención de un público formando por apasionados admiradores es orgásmico. También lo es imaginar que actúas en un espectáculo sexual, aunque no necesariamente necesitas una pareja. A solas en el escenario, tu fértil imaginación te proporcionará abundantes ideas para satisfacer a tu audiencia y a ti mismo.
Las fantasías sobre orgías sexuales desenfrenadas también te atraen, especialmente las que empiezan con un banquete amoroso y terminan contigo y una docena de personas del otro sexo. ¿No te gusta la competencia, verdad?.
¿Dónde encontrarás al rey del zodíaco si no es en un palacio? Este sería el lugar favorito de un Leo. Se conformará con un hotel palaciego si fuera ostentoso y el servicio de habitaciones fuera excelente. El escenario es tu segundo lugar favorito; aparecer ante el público es casi una experiencia sexual.
Después de estos, cualquier lugar donde puedas desatar tu pasión desenfrenada y tu apetito sexual será un nido de amor apropiado. Y dado que todos los leo aman al sol, cualquier destino vacacional o viaje exótico te excitará.
Eres un signo fijo y fiel, especialmente después de casarte, pero siempre necesitarás que te admiren. Así pues, romper una relación te resulta difícil. Te dolerá incluso el fin de una aventura. Una ruptura drástica es lo que mejor te sienta, aunque a menudo te tienta volver a entregarte a los juegos emocionales que tanto te fascinan.
Lo más importante para un Leo es su dignidad. Dejas las relaciones dignamente, en silencio: sin gritos ni llantos. Pero si es tu pareja quien te deja, arderás de rabia por dentro.
Cuando se trata de repartir los bienes aparece tu naturaleza fija. “Eso es mío” será tu grito de guerra ante la partida de una amante. No lucharás y, sin embargo, encontrarás la manera de reclamar la propiedad irrefutable de los objetos que deseas.
Normalmente, la pareja de un Leo recuerda la relación con nostalgia. ¡Qué agradable haber estado arropado por un calor tan especial, qué maravilla haber gozado de un ardor sexual como el tuyo! Y sin embargo, ¡qué alivio no tener que volver a actuar!
Acuario, tu signo opuesto, es distante y no practica juegos emocionales. Acuario puede enseñarte a controlar tus peores excesos y a descender de tu trono. Los Acuarios tienden a contemplar a todas las personas por igual y disfrutan de la gente por lo que son. Son poco convencionales y pueden ayudarte a relajarte, a desprenderte de esa dignidad y a expresar mejor tu individualidad única.

VIRGO


Buscas la perfección y no sueles perseguir el objeto de tu deseo abiertamente. El ser tan exigente hace que idealices demasiado al amor y que al no encontrar la persona de tus sueños decidas permanecer solo.
Por otra parte, puedes ser un signo bastante promiscuo, puesto que vagas por todas partes en busca de la pareja ideal. Muy dentro de ti está enterrado el recuerdo de como deber ser el sexo, e inconscientemente, buscas a la persona que pueda sacar a relucir esta faceta que tu perspicacia natural suele mantener a raya.
A pesar de todo, como signo de tierra, posees una libido muy poderosa. Y como signo mutable, no te asusta seguir tus impulsos, especialmente si es otra persona la que lleva las riendas. Por eso, Virgo es el menos fiel de todos los signos de tierra. Tienes tendencia a las aventuras ocasionales, y puedes entregarte al sexo por mero impulso.
Cuando crees que has encontrado el amor perfecto, tu naturaleza despierta y la sensualidad del elemento de tierra pasa a primer plano. Hasta entonces, sales a ligar y disfrutas de los encuentros sexuales ocasionales.
Virgo está regido por Mercurio, un planeta adaptable y mental. Por eso es inquisitivo sexualmente y, al mismo tiempo, siente el deseo de permanecer virgen. Quieres experimentar, pero tu exigencia interior te previene contra la promiscuidad. ¿Cuál es el resultado? Pues que eres un voyeur a gran escala. Te encanta comentar o contemplar la actividad sexual de otras personas. No obstante, dado que Mercurio pone freno a tus sentimientos, en la seducción sueles desempeñar más a menudo el papel de espectador que el de participante activo. Por otra parte, Mercurio era un personaje poco estable y por eso quizás una orgía acabe seduciéndote.
Mercurio es el responsable de tu carácter crítico. Tiendes a criticarte a ti mismo y a los demás por no estar a la altura de tus estándares poco realistas.
A raíz de la influencia comunicativa de Mercurio, la mayoría de los Virgo están interesados en hablar de sexo (fríamente, claro está) o en analiza el comportamiento sexual (ajeno). Pero no desesperes, a veces Virgo sucumbe a la cacería en detrimento de su castidad.
Un campo en el que Mercurio tiene muchos puntos es en el de la sociabilidad. Eres listo, por lo que otros signos más extrovertidos a la hora de mostrar su libido se sentirán atraídos por ti. Es entonces cuando puedes seducir con una conversación inteligente.
A pesar de ser un signo de tierra, el sexo no te convence plenamente pues te gustaría inventar una forma menos sucia de expresar tu pasión. Los olores corporales te disgustan, por lo que tu pareja debe ser higiénica para poder satisfacerte.

Tras un encuentro sexual fortuito sueles ir al médico, en parte debido a tu obsesión por la salud y en parte a tu meticulosidad. Puede que aceptes el riesgo ocasional, pero quieres asegurarte de que no habrá consecuencia imprevista.
No eres un signo que se deje llevar por el amor y el sentimiento. Eres demasiado práctico y analítico para ello. Pero cuando te enamoras de verdad, eres considerado y afectuoso, y harás todo lo posible para ser útil a tu pareja. Como signo mutable, das una de cal y otra de arena. Así pues, es importante que tu pareja te deje suficiente espacio para mostrar tu naturaleza mercurial. Cuando te entregas a otra cosa, no significa que dejes de amar, sino que tienes otros asuntos en la cabeza.
Puesto que te rige Mercurio, tu pareja deberá ser un amigo que esté en la misma onda mental que tú. Deseas comunicación más allá de lo superficial y una pareja que pueda conversar de forma inteligente sobre los temas que más te interesan. Te gustan los juegos cerebrales, y por eso darás la bienvenida a una pareja que pueda unirse a ti en tus actividades de ocio. Con Mercurio de regente, puedes expresar tus sentimientos claramente, aunque como elemento de tierra, no siempre sabes cuáles son esos sentimientos. No obstante, te hace feliz explorarlos con una persona empática.
Necesitas un amante que estimule tu libido. Según tu opinión, el amor no necesariamente significa sexo. Si te dejas llevar, quizás acabes tratando a tu pareja más como a un hermano o hermana que como una persona sexual. A menos que te cases con un signo que también tienda al celibato, una vez se haya consumido la pasión inicial puede que debas enfrentarte a un divorcio por falta de contacto sexual.
Las zonas eróticas de Virgo son las manos y disfrutas cuando tu pareja recorre suavemente tu piel con lo dedos, especialmente en el abdomen. Además, quizás te guste que te besen o mordisqueen los dedos de las manos y de los pies. Las caricias en los pies te excitan mucho.
El mejor afrodisíaco para un Virgo es una persona limpia y bien peinada. A Virgo le encanta el aroma del jabón y de un cuerpo recién duchado. Aunque sólo sea ocasionalmente, a veces ocurre lo contrario y se siente atraído por los fuertes olores corporales.
A los hombres Virgo les excita las uñas de los pies pintadas y los zapatos abiertos, puesto que se trata de un signo propenso a los fetiches relacionados con los pies. Aunque las mujeres Virgo compran zapatos elegantes, un hombre Virgo prefiere que su mujer lleve algo sexy.
Para Virgo, el erotismo es un gran parte mental. Las imágenes te excitan, sobre todo los desnudos fríos y asépticos, aunque también un cuerpo desnudo y estético puede estimular tu libido.
Como signo de tierra, un masaje con aceites de fragancia eróticas puede hacer que disfrutes sensualmente de tu propio cuerpo. El masajista deberá procurar cubrir cada centímetro de tu cuerpo dada tu atención al detalle.
Puede que admitirlo hiera tu sensibilidad de Virgo, pero la pornografía te excita. Las revistas y los videos forman parte de tu lista de incentivos sexuales y puede que los compartas en la intimidad con una pareja que conozcas a fondo.
El desorden, la suciedad y la confusión son algunas de las cosas que más te disgustan -en el dormitorio de otra persona, claro está-. Pero lo curioso es que, a pesar de tu meticulosidad innata y de tu comportamiento ordenado, tu propia habitación suele estar cubierta de ropa sucia y revistas. Dado que tu imagen te preocupa, probablemente sentirás la necesidad de limpiar asépticamente antes de invitar a tu amante a compartir las sábanas. Odiarás el hecho de que pudiesen contemplar tu faceta más desaliñada.

A Virgo, práctico y comedido, le desagradan las declaraciones exageradas de pasión y gestos demasiado extravagantes. Los excesos emotivos te incomodan.
Otra de las cosas que más desagradan a un Virgo son las personas que se retrasan. Tu exactitud exige puntualidad.
A pesar de que Virgo pretende no tener fantasías, uno de los rasgos de tu mente, gobernada por Mercurio, es la inventiva. Por eso, tiene una vívida imaginación sexual.
La fantasía ideal de un Virgo es el guión de una película erótica: un uniforme de enfermera, un quirófano, un cirujano con bata y guantes de látex y un buen sofá. Como signo mutable, puede que quieras añadir suficientes personajes para una orgía. Tu obsesión por la limpieza hará que las duchas y los baños desempeñen un papel importante en el guión.
Y como paradoja a la higiene de Virgo, quizás te guste fantasear con luchas en el barro o con un tórrido placer sexual que te cubra de sudor.
Dado que la conciencia prudente de Virgo suele decirte “no deberías hacerlo” mientras estás disfrutando del sexo, puede que en tus fantasías te apetezca imaginar a tu personalidad mojigata contemplándote y criticándote mientras tú la ignoras y disfrutas del mejor sexo de tu vida. Eso te hace sentir increíblemente libre e incrementa tu placer sexual al estar con tu pareja.
Tu signo es de tierra, y por eso los espacios abiertos también te atraen enormemente. El olor de tierra de las hojas caídas te estimula: tu ideal es un bosque en una cálida noche de verano. Durante el veranillo de San Martín quizás te apetezca cubrir tú y tu pareja con hojas recién caídas, o acudir a los bosques de coníferas en busca de un placer resinoso.
Virgo es reticente a dejar una relación cuando ya se ha comprometido. Puede que la relación haya derivado a una pasividad de tipo fraternal, o que uno de los dos haya sido infiel, pero prefieres la conveniencia de una rutina conocida y estás dispuesto a pasar muchas cosas por alto.
Incluso después de un divorcio mantienes un contacto cordial con tu antigua pareja, a menos que te haya herido profundamente. Si han formado una familia, quizás decidas pasar las vacaciones con ellos.
Piscis, tu signo opuesto, es muy emocional y sensible. Puede equilibrar tu frío y poco emotivo enfoque de la vida y ayudarte a comprender mejor a los demás.
Puesto que Virgo es un adicto al trabajo y un perfeccionista, el relajado Piscis puede enseñarle a encontrar tiempo para otras cosas importantes, como por ejemplo una relación.