07 diciembre, 2005

Origen de la Navidad



Como casi todas las festividades es de origen pagano y corresponde a la fiesta que se celebraba en el solsticio del invierno adorando al sol y el retorno anual de la luz.
Durante el Solsticio de Invierno, en torno al 21 de diciembre aproximadamente (en el Hemisferio Norte), tienen lugar la noche más larga y el día más corto del año. En este momento, el sol se encuentra a poco más de veintitrés grados sur, situado exactamente sobre el Trópico de Capricornio originando este cenit de las horas de oscuridad.
Entre los paganos esta festividad se conoce como Yule, (se pronuncia yul) vocablo procedente del nórdico Jul, que significa "rueda", (en inglés wheel) que significa “la rueda del año o de la vida”.
Entre los pueblos celtas, tan ligados a los cambios y ritmos de la naturaleza, el Solsticio de Invierno celebraba el nuevo resurgir de la luz y el declive de la oscuridad, y la fiesta se prolongaba durante varios días.
Durante Yule tiene lugar el alumbramiento del nuevo Dios del Sol, fruto de la unión de la Diosa Doncella y su Consorte durante el pasado Beltaine (1 de Mayo). El nuevo Dios crecerá y se hará fuerte, convirtiéndose entonces en Consorte de la Diosa para comenzar un nuevo ciclo.
Este alumbramiento pone de manifiesto la perfección del Universo, el equilibrio existente entre luz y oscuridad, y es un símbolo de esperanza que nos ayuda a comprender que tras cada fin siempre hay un comienzo nuevo.
En la antigua Grecia, el dios Attis, murió y resucitó. Su cumpleaños se celebraba un 25 de diciembre y se decoraban árboles y se hacían procesiones en su honor.
Durante el siglo IV, el Papa Julio I decidió superponer la celebración de la Navidad cristiana a los antiguos ritos del Solsticio para facilitar el tránsito de la Antigua Religión al cristianismo. Por este motivo la Navidad, antes sin fecha de celebración determinada, fue instaurada en el veinticinco de diciembre. En esta fecha se celebraba en Roma la Saturnalia en honor a Saturno (dios romano del tiempo con lo cual vemos el paralelismo en cuanto al padre tiempo- padre Sol y rueda de la vida). De acuerdo a datos bíblicos Jesús nació en primavera (otoño en hemisferio sur)
Debido a ello, muchas de las tradiciones comúnmente asociadas a la Navidad tienen sus raíces en los ritos de Yule, como por ejemplo decorar el árbol o intercambiar regalos.
Otra tradición es la del Tronco de Yule. Se trata de un tronco de árbol, habitualmente pino o roble, que se transporta hasta el hogar familiar para hacerlo arder durante las celebraciones del Solsticio. Se dice que las cenizas del Tronco de Yule protegen la casa del mal y proporcionan suerte y abundancia, pero para ello debe arder, al menos, durante doce horas ininterrumpidas; lo cual no es difícil, puesto que el tronco suele prepararse con ofrendas y libaciones de vino que hacen que su combustión sea más lenta.
El moderno Papá Noel, o Santa Claus, es también una figura tomada del paganismo, poseedor de características propias de Cronos, Thor, Odín, el Abuelo Hielo ruso...
También la tradición de besarse bajo el muérdago tiene sus raíces en esta antigua celebración. Se consideraba el muérdago como la más mágica de todas las plantas y por ello se creía que proporcionaría felicidad a las parejas que se besasen bajo su influencia, puesto que, además, se lo tenía por afrodisíaco.
Los colores tradicionales de Yule son el plateado, el dorado, el blanco y, por supuesto, el rojo y el verde.
Algunas otras tradiciones de estas fechas son, por ejemplo, fabricar guirnaldas con ramas de pino y colocarlas sobre las puertas, y colocar velas y luces para iluminar toda la casa.
Pero no debemos olvidarnos de ofrecer a los demás algo a cambio de lo que la vida nos ha dado hasta ahora. Es buena idea, por ejemplo, donar ropa y comida a personas necesitadas o alguna institución benéfica; o también dejar algún alimento en el exterior para los animales.